La luz plata
Eramos tres. Ella, la luna y yo.
Desnudos en la calida y sofocante noche veraniega, acrecentando el bochorno por el calor de nuestros curpos color argenta por el baño de luz de luna llena, que se colaba por la ventana abierta, que por la urgencia del encuentro no habíamos reparado en bajar.
En ese mundo color blanco y negro de las noches de luna llena, nos amamos mil y una veces como temiendo morir al alba.
Nos dimos besos con poder paralizante para el tiempo, que parece haberse detenido hasta que despegamos las bocas.
Al rato abrazados besandonos en silencio, pensando en lo especial del momento y de la persona de al lado, todo se quebro como un reflejo en un charco al pisar en el.
Entonces desperte, de todo aquello solo quedamos la luna y yo, y la cama vacía como un esteril desierto de sabanas de algodón, pese al calor senti frío y soledad.
Tal vez sea mejor asi Mario, decia mi cabeza sin convencerme del todo.
gaitero en el exilio
7 Comments:
A veces los sueños nos pueden jugar una mala pasada, pero...¿quién dice que no puede ser una predicción de futuro?
El poderoso influjo de la luna, nos embruja en sueños, quizás recuerdos pasados, quizás premonitorios...
Felices sueños... de plata.
y es que los sueños...sueños son...
mientras quede un sueño en la mente estarás vivo, sin ellos morimos en vida....
LaChorba.
Bonita historia...y es que luna y la noche debilitan los corazones.
Un mar de deseos perdido en un mundo de sueños.
Que bello sentir que estamos vivos cuando nuestra mente se inunda de deseos, de anhelos, sueños y alegrías.
¿Y por qué no cerraste los ojos de nuevo???. Qué pena despertar de sueños tan hermosos.
Siempre queda un consuelo... algunos sueños se repiten... ;).
Besos
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