lunes, mayo 08, 2006

Poesía, poco poetica

Los grillos de aquella noche enmudecieron
Los pájaros cantarines perdieron la afinación
El músico veterano olvido aquella, su canción
Mi corazón depre detubo su ritmica percusión

La verde Hiedra desmayada al suelo cayó
Pedí un soplo de aire fresco, el viento cesó
Pedí la mano a la suerte y ella me abofeteó
Un día la buena fortuna, jugando, me arruinó

Fingí la risa, tanto que,mi rostro ensombreció
Encendimos fuego, ahora de calor muero yo
Pensando tanto no llegué a ninguna conclusión
Sanamente escribo, tan enfermo de corazón


(Gaitero en el exilio entre otras cosas)
PD: Perdón por la poesía, me defiendo mejor con la prosa.

4 Comments:

At 08 mayo, 2006 19:15, Anonymous Anónimo said...

Menos fingir risas, que por ahí empezó el Joker.

A ver si la próxima vez que vaya a Palencia a otro curso de defensa personal, te tengo que endiñar cuatro josconcios.

 
At 09 mayo, 2006 14:00, Blogger இலை Bohemia இலை said...

Cuando la suerte nos abofetea dan ganas de cogerla del cuello pero...claro, luego da miedo las represalias.

 
At 09 mayo, 2006 14:11, Blogger Elendaewen said...

Yo digo lo mismo, el verso no se me da bien, pero creo q el tuyo es más q reconocible como bueno =)
Saludos

 
At 21 julio, 2006 03:55, Anonymous Anónimo said...

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