Poesía, poco poetica
Los grillos de aquella noche enmudecieron
Los pájaros cantarines perdieron la afinación
El músico veterano olvido aquella, su canción
Mi corazón depre detubo su ritmica percusión
La verde Hiedra desmayada al suelo cayó
Pedí un soplo de aire fresco, el viento cesó
Pedí la mano a la suerte y ella me abofeteó
Un día la buena fortuna, jugando, me arruinó
Fingí la risa, tanto que,mi rostro ensombreció
Encendimos fuego, ahora de calor muero yo
Pensando tanto no llegué a ninguna conclusión
Sanamente escribo, tan enfermo de corazón
(Gaitero en el exilio entre otras cosas)
PD: Perdón por la poesía, me defiendo mejor con la prosa.
4 Comments:
Menos fingir risas, que por ahí empezó el Joker.
A ver si la próxima vez que vaya a Palencia a otro curso de defensa personal, te tengo que endiñar cuatro josconcios.
Cuando la suerte nos abofetea dan ganas de cogerla del cuello pero...claro, luego da miedo las represalias.
Yo digo lo mismo, el verso no se me da bien, pero creo q el tuyo es más q reconocible como bueno =)
Saludos
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